El Museo de la Sal se ubica en las instalaciones de una antigua factoría de sal, dentro del Parque Natural. En él podemos descubrir el proceso de extracción de la sal y su historia, además de información sobre el Parque Natural, desde donde se puede realizar un itinerario para observar flamencos, cerceta pardilla, tarros blancos, garcetas comunes, gaviotas patiamarillas, cigüeñuelas…
Este bello Parque Natural, protegido como tal desde 1988, y declarado “Zona de Especial Importancia para las Aves”, está incluido en la lista de “Zonas Húmedas de Europa y Norte de África”. Con una superficie de 2.496 hectáreas, este humedal ha conseguido pervivir gracias a la instalación a finales del siglo pasado de la explotación salinera.
La extracción de sal es la actividad económica fundamental en la zona y, en gran medida, conforma el ecosistema actual. La dinámica de las salinas consiste en hacer circular el agua marina por un circuito de balsas para obtener una progresiva concentración en sales como consecuencia de la evaporación. El gran interés biológico de las salinas mediterráneas estriba en que la circulación del agua no se detiene durante el invierno. Las balsas permanecen inundadas durante todo el año por lo que el ecosistema se mantiene. Las aves se alimentan de los peces e invertebrados que penetran en las salinas mientras que la producción salinera se beneficia de la riqueza mineral aportada por los excrementos de la avifauna.
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